La libertad de prensa y la guerra

 

Hernán Rodríguez G.

La Segunda Guerra del Golfo está imponiendo viejos y nuevos retos a periodistas del todo el mundo. Las diferentes perspectivas noticiosas del mismo hecho, desde el lado árabe o el occidental, conducen a los peligros de siempre: omisiones, manipulación informativa, propaganda de los bandos en conflicto.

Según los estimados, unos seiscientos periodistas internacionales se mueven por el escenario de la guerra, librando su propia batalla por las libertades de expresión, de prensa, de opinión y de información, para gritarle al mundo lo que está pasando en Irak.

Así, el flujo informativo es más difícil de limitar y medios actuales como Internet juegan ahora un papel crucial en este aspecto.

Para Ricardo Trotti, director del Instituto de Prensa y coordinador de los programas de entrenamiento y de libertad de expresión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), “no debe haber ninguna medida restrictiva (para la labor de los periodistas) incluso en las zonas de mucho peligro”.

Trotti, en una entrevista muy informal y casi profética concedida en los pasillos del edificio Jules Dubois sede de la SIP en Miami durante un receso del Seminario Administración de la Sala de Redacción al que asistieron periodistas de 10 países de América del 26 al 28 febrero, hizo un esbozo de la realidad informativa que vive el mundo ahora. Estas son sus reflexiones:

Hernán Rodríguez.- ¿Peligros para la libertad de expresión en un mundo en guerra?

Ricardo Trotti.- Hay que poner en contexto la cuestión. Es la primera gran guerra en la que Estados Unidos podría estar involucrado después del 11 de septiembre del 2001. El ataque terrorista da una cierta justificación, una licencia, que antes no se tenía, especialmente con el tema del periodismo. El Pentágono hace poco empezó a dar entrenamiento a los periodistas, cosa que antes había sido muy criticada. Por ejemplo, en la guerra del 91, también en el mismo lugar dirigida por Bush padre, los periodistas fueron utilizados para hacer una cobertura de "poll" informativo y en aquellos momentos la prensa fue demasiado crítica con el Departamento de Defensa y el Pentágono. Ahora ya no es tan crítica porque está esa justificación del 11 de septiembre, donde hay otros valores que están en juego dentro del periodismo norteamericano, como el patriotismo o la esencia de la seguridad nacional. Obviamente, creo que esto demuestra una vez más los peligros que tienen los periodistas para estar en zonas de conflicto y en coberturas peligrosas.

HR.- ¿Cuál es el objetivo de este entrenamiento?

RT.- El Pentágono lo que hace es tratar de dar entrenamiento para evitar estos posibles riesgos que corren los periodistas. Pero, se corre el riesgo de parte de la profesión y de la libertad de prensa que esto sea utilizado para manipular a periodistas, para hacerlos ir en grupos por algunos lados a ciertas coberturas y evitar que el criterio del periodista prevalesca y sea él el que tome las decisiones sobre que cubrir o no cubrir.

HR.- ¿Sucede una manipulación similar en Latinoamerica?

RT.- Esto también en América Latina es constante, especialmente en zonas de frontera o de alto conflicto, como puede ser Colombia, donde el gobierno todavía no toma ninguna medida restrictiva con respecto a la prensa, pero la está pensando en el sentido de llevar a los periodistas a ciertas zonas como Arauca, por ejemplo. La SIP tuvo una misión a fines de enero, estuvo una delegación internacional con el presidente Uribe, justo en el momento en que habían secuestrado a periodistas de Los Ángeles Times y de Discovery Channel. Le indicamos a Uribe y al ministro del Interior, Londoño, que la SIP considera que en zonas de conflicto es el periodista el que debe hacer primar su criterio de entrar o no entrar, de cómo hacer información, no debe haber ninguna medida restrictiva de parte del gobierno, incluso en zonas de mucho peligro. Uribe nos dijo que lo entendió así, que no iba a coartar ni dictar ninguna medida. La SIP recomienda a los periodistas que no sean negligentes, que hagan entrenamiento, porque se corre el riesgo. En muchas zonas son asesinados, muchas veces no por represalias sobre lo que escriben, sino simplemente porque no tomaron las medidas preventivas adecuadas.

HR.- ¿Riesgos específicos para los periodistas en la II Guerra del Golfo?

RT.- Puede haber, como en toda guerra siempre hay, propaganda de los dos lados, manipulación informativa y omisiones. Creo que sobre todo los periodistas deben estar bastante atentos a no dejarse manipular por esta propaganda, que existe de cada bando en toda guerra. Pero, pienso que, en contraposición de otras épocas, ahora con un mundo más globalizado, con tanta información y tantos periodistas que van de un lado para otro, es cada vez más difícil para los gobiernos tratar de limitar el flujo informativo.

HR.- ¿Qué se obtiene de esta mediatización?

RT.- Antes las guerras se cometían de un país a otro sin previo aviso. Nos enterábamos un tiempo después que había una guerra en tal lado. Más allá de la decadencia que representa una guerra para la sociedad, ahora por lo menos se la debate en la ONU, si hay una guerra o no. Todas las posibilidades del mundo existen, con meses de antelación, de poder estar por ejemplo manifestándose los ciudadanos en contra o a favor de una guerra. Antes nada ocurría, Rusia atacaba un país o EEUU a otro o viceversa, en los países africanos ocurren revoluciones de todo tipo constantemente y nadie tenía oportunidad de conocer sobre esos hechos. Ahora parece que en este mundo globalizado se discute, cosa que por un lado puede ser menos calamitosa, pero por otro es una nueva forma de enfrentarse al mundo, es parte de toda una discusión social y global, de esta cultura global que nació en los últimos años.

HR.- ¿Qué piensa personalmente sobre el conflicto?

RT.- No tengo un criterio formado. Por principio, diría que obviamente rechazo cualquier posición a favor del uso de una fuerza armada. Yo rechazaría esta guerra porque no tiene los criterios bien claros de que es lo que se busca y porque se confunde todo un problema geopolítico. Todas las guerras nacen por una necesidad económica. Creo que acá el tema pasa porque hay países que no respaldan a Estados Unidos porque tienen sus propias empresas petroleras en Irak, como Francia, Alemania, Rusia, China. Estados Unidos no las tiene y quiere conseguirlo en algunos aspectos. Si es verdad toda esta cuestión geopolítica, es bastante extraña. Por otro lado, considero que, si hay una guerra contra el terrorismo y si estamos frente a un estado que está a favor del terrorismo, como lo representa Irak, también hay una justificación.

HR.-¿A qué deben prepararse los medios o cómo deben prepararse?

RT.- Creo que los medios deben prepararse como en cualquier otra situación, profesionalizándose cada vez más, no embanderarse favor o en contra, no es natural en los periodistas tomar una posición. Hay que mostrar las diferentes facetas del conflicto y sobre todo encontrar elementos que ayuden a educar a la gente para que tome sus propias decisiones. La gente lo que quiere saber de un medio respetable y creíble es que variables hay y cuáles son los pensamientos de diferentes gentes. No necesariamente hay que estar a favor o en contra.

 

 

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Las sociedades precoloniales no eran estáticas, tenían una gran movilidad: María Guevara

IFEA, impulsa la cooperación científica con el área andina

Juan Rodríguez Derrossi: recuerdos sobre la sagrada tumba de mi padre, a dos meses de su partida.