La mujer tenía un rol decorativo en el arte cuencano de finales del XIX
Por Hernán Rodríguez Girón
CUENCA, Ecuador (21/04/25).- CUENCA, Ecuador (21/04/25).— María Tommerback trabaja en la Dirección de Áreas Históricas y Patrimoniales de la Municipalidad de Cuenca, enfocándose en el estudio del patrimonio cultural desde la historia del arte. A diferencia de otras ciudades con un fuerte legado colonial, el patrimonio edificado en Cuenca es mayormente republicano, con construcciones que datan de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Este período fue clave en la consolidación de la identidad patrimonial de la ciudad, reconocida por la UNESCO.
A lo largo de su trayectoria, Tommerback ha publicado diversas investigaciones desde la Dirección de Áreas Históricas y Patrimoniales. Entre ellas destacan un ensayo sobre la Escuela Central, Los barrios históricos, escrito en colaboración con Débora Truham, donde se explora el origen de los barrios tradicionales de la ciudad en el siglo XIX y estudios sobre los barrios San Francisco, San Sebastián, El Vado, El Vecino, San Roque y Nueve de Octubre, abordando aspectos patrimoniales y arquitectónicos desde distintos enfoques. Asimismo, junto con la arquitecta Daniaba Montesinos, ha publicado dos cartillas sobre el patrimonio edificado. La primera aborda los colores de tierra y su aplicación, mientras que la segunda analiza los revoques de tierra en la arquitectura patrimonial.
Con más de una década dedicada a esta labor, ha trabajado en la difusión del patrimonio a través de publicaciones en formato impreso y digital, permitiendo a la ciudadanía acceder a valiosa información.
¿Cuál fue el papel de la mujer en el arte de Cuenca?
Es una pregunta compleja. Como yo trabajo más los temas históricos, en un inicio, cuando se forma la escuela de pintura a finales del Siglo XIX, hacia 1897 con Tomás Povedano, muy pronto tuvo algunas mujeres, bastantes, como alumnas, porque era considerado como parte de la educación de la mujer tener cierta preparación en los temas estéticos y del dibujo, tanto es así que cuando uno revisa las acta del Concejo Municipal inclusive desde finales del Siglo XIX la materia de dibujo es parte de la formación de las niñas en las escuelas municipales. Pero, venía a ser un tema como de un adorno para la feminidad, no para dedicarse a la pintura o al dibujo de manera profesional, que es un tema que surge mucho tiempo después, hacia la segunda mitad del Siglo XX.
¿Por qué no hay firmas de mujeres en las pinturas de la Reserva de Arte Republicano de Pumapungo?
Se debe a que el ejercicio de la pintura era un adorno, algo artesanal para las mujeres, también había estas exposiciones de los productos industriales-artesanales, en las que la mujeres participaban con bordados, adornos florales y cosas así. Entonces, actividades como la pintura eran un tema de adorno, no como expresión artística en sí.
¿Cuál fue la producción artística cuencana en la Colonia?
Si uno revisa la investigación que hicieron Jesús Paniagua y Débora Truham sobre los gremios o Diego Arteaga, que ha investigado mucho ese tema, ya había mujeres pintoras en particular y pintores en general, con una producción pictórica y escultórica a nivel local. Mucho se ha discutido si esa producción llegó a tener el nivel de la Escuela Quiteña o no, pero mucho de eso se perdió, porque en las reservas existentes no hay una huella importante de lo que seguramente se llegó a producir y existió. Al contrario, desde Sangurima hacia adelante hay una buena producción, pero ya estamos hablando de finales de la Colonia y es lo que está valorado.
¿Existe algún dato que demuestra que hubo una influencia de la Escuela Quiteña en el arte de Cuenca?
Se desarrollan paralelamente el arte en Quito y el arte en Cuenca y eran tiempo muy complejos, ir a Quito era un viaje muy largo, pero si hay cierta relación e influencia, porque por ejemplo para la construcción de la Iglesia de la Compañía de Jesús en Cuenca traen a profesionales desde Quito, que para nosotros vendrían a ser albañiles, pero en esa época eran como arquitectos, entonces hay una conexión, un vínculo.
¿Entonces había una movilidad del arte, hacia donde iba la producción de Cuenca?
Desde la Colonia, no se exactamente a donde va la producción de Cuenca, bueno de la Escuela Quiteña sí se a evidenciado que se envía a Chile y etc, pero no le podría decir exactamente la obra colonial de Cuenca dónde fue, pero creo mucho o en gran parte fue para el consumo local, mucho está perdido porque no se valoró, como sí se valoró lo que venía de Quito. También he encontrado, cuando uno revisa inventarios de las iglesias, que se enfatiza en los registros cuando es una obra quiteña.
¿Cuál es su relación con el Museo Pumapungo?
Bueno, sí, mi participación en la curaduría y el montaje de la exposición “La imitación de lo extraño en la creación de lo propio”, que se realizó hace muchos años y también otra que era sobre arte religioso, esas son las dos exposiciones en las que he podido participar. Pero, más allá, el vínculo con Pumapungo es importante para todo aquel que hace investigación, porque el archivo fotográfico que tienen aquí es muy importante, especialmente para los que trabajamos siglo XIX e inicios del XX, hay mucha información en ese archivo fotográfico, la hemeroteca, la biblioteca, a lo largo de todos estos años para la investigación la relación con el Museo Pumapungo ha sido sumamente importante.
¿Cuál es su relación con la reserva de arte colonia y contemporáneo de Pumapungo?
Cuando investigaba este tema de la Iglesia de la Compañía de Jesús, estábamos rastreando a donde fue a parar la obra religiosa que tenía esta importante orden religiosa en Cuenca antes de que fueran expulsados en el siglo XVIII y sí, hay obra que podría estar relacionada con la época, las temáticas y la preferencias que tenían los jesuitas, pero claro es difícil una identificación cuando no hay documentos específicos si fueron propiedades de la orden o no, pero para todo ese tipo de investigaciones es sumamente valioso poder vincular a las imágenes que se manejaban en la diferentes órdenes religiosas y en las diferentes épocas y las temporalidades también.
¿Qué tan importante es reabrir una sala arte religioso en Pumapungo?
Sí, siempre es importante que los museos den a conocer toda la riqueza que tienen en sus reservas. No se si la mejor forma es una sala permanente o que sea itinerante, para que se puedan exponer por temporadas las diferentes obras que existen, pero sí es importante que no se queden en reserva, porque para todo aquel que estudia arte, para los investigadores, es sumamente importante poder acceder a la información visual, como mencioné anteriormente. Si están en reserva es más difícil acceder que estando en una exposición.
¿Qué opina de la oposición entre el arte clásico y lo contemporáneo, entre lo figurativo y lo abstracto?
Qué son procesos por los que pasa la humanidad y el estudio de la historia del arte es muy interesante desde esta perspectiva, desde este sentido, para poder entender también a la sociedad en general, porque lo que se refleja en la obra pictórica, en la escultórica, es lo que está en la mente de las personas, es una manera de acercase a una época, a una temporalidad, un ejemplo en la Colonia yo percibo que no es que únicamente había obra religiosa, pero es la obra sagrada la que no se podía regalar o dejar guardando en algún rincón de la casa y por eso es la que más se cuidó, porque era una obra tenida como un objeto sagrado, no así las tempranas obras de otro tipo. Se tenía una idea de que esa obra religiosa era necesario preservar, era importante para su tiempo. No así después, que tenemos mayor influencia del paisajismo, que es muy interesante, como Honorato Vázquez empieza con este tema, seguramente con influencia de Tomás Povedano, donde se amplía el tema artístico local y se empieza a trabajar en otros sentidos, ya no solo el religioso y es como descubrir el terruño y así mismo de lo figurativo a lo abstracto, ahora quizás hemos regresado de nuevo a lo figurativo y es cómo las personas, la sociedad, empiezan a ver su entorno, quizás de una manera más fragmentada y de nuevo es un proceso que va y viene, porque el arte no se construye o nunca parte de la nada, siempre es sobre un pasado, algo que hubo antes, es una rección en contra o a favor de… siempre es un pensamiento que está allí, detrás, entonces es complejo y al mismo tiempo interesante.
¿Qué pasa con la actual dictadura del curador?
También es un tema complejo, porque se supone que es el curador el que debe facilitar el arte para el público, debe ser un intermediario y claro, hay curadores que son muy buenos y logran eso de una manera excelente, pero también hay casos en los quizás el pobre espectador en una muestra contemporánea se siente más bien perdido. Creo que es una tarea de los artistas contemporáneos y de los curadores y del mercado del arte en el mundo en general el comunicarse con el público, no se logra mucho si solo un grupo muy reducido de personas pueden disfrutar de esa obra y reflexionar sobre esa obra. Creo que el arte, la parte comunicativa es sumamente importante y se podría explotar para compartir mucha información y muchos procesos analíticos muy valiosos.
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